Luz Fandiño, poeta de la realidad y la esperanza, activista de primera línea, de memoria viva, asistió desde Santiago de Compostela, al recibimiento del escuadrón Zapatista 421 en su Gira por La Vida el día de ayer en Vigo.
Luz es una irrepetible fuerza de la naturaleza a la que los años le dieron grandes dosis de sabiduría y una mirada transparente con la que asomarse a las virtudes y defectos el ser humano. De afirmaciones rotundas y sonrisa sincera esta poeta, niña de la guerra y la posguerra en el Estado Español, muestra como la poesía y la literatura la salvó de los horrores de la emigración y de la vida que sufre las consecuencias del sistema capitalista.
Emocionada a sus ochenta y siete años, acompaña en Tierra a los compañeros/as que sueñan con “Un mundo donde quepan todos los mundos”.
En sus propias palabras:
“Nuestra lucha, mi lucha, es contra todas las guerras y el hambre que están promoviendo desde arriba desde nuestros enemigos. Entonces en este poemita cuando yo digo pobre nai galega, es para todas las madres del mundo…
Gritos de lucha, sangre en la tierra
Una madre llorosa que rezando espera
Mientras que el arado va labrando la tierra
Con sus lágrimas va regando ella
Pobre madre llorosa
Pobre madre gallega
La bala asesina
Que hasta hiere el viento
Hijo querido
Te deja sin aliento
Y por un capricho
De la casualidad
Cae la madre inerte
¿Por qué?
Madre dios sabe
Cuando habla de madre habla efectivamente también de las madres zapatistas que estamos esperando, podrían ser chilenas, podrían ser palestinas, sudafricanas pues están ensayando en ellas con una amoralidad asombrosa. ¡Adelante todas las mujeres y hombres solidarios! “
